lunes

DECISIONES

Durante todos los años de nuestra vida, ¿cuántas son las decisiones realmente difíciles que hemos tenido que tomar?. Y por difíciles me refiero a esas que te quitan el sueño, el hambre, la risa etc. Esas que sabes, que hagas lo que hagas no te vas a quedar satisfecho del resultado, que siempre tendrás la duda de y sin hubiera tomado la otra opción. Pero demasiado tarde, la suerte está echada. En esos momentos todo se te hace cuesta arriba, buscas ayuda y no la encuentras y llegas a pensar que te has obsesionado con el dilema, pero lo cierto es que tanto movimiento de neurona solo puede causarte malos pensamientos, algunos pretenden incluso sacarte de tal angustia por la puerta mas “fácil” y mas drástica
Esas que llegas a casa y te dice tú padre, “qué tal, tienes mala cara, ¿todo bien?” y tú sacas una sonrisilla de lo más profundo de tú ser, pero evidentemente no te sale y dices… “sí, es que estoy un poco cansado”, no he dormido bien esta noche. Y piensas “ni esta ni las últimas 30”.
Entonces decides contarle a un amigo, pareja, hermano, familiar….. aquello que se os ocurra o que os quite el sueño, la risa y el hambre. Llega tu colega, pareja, hermano, familiar y flipa y te dice… "Que mal ¿no?" Y te pregunta como estás, te reprocha no habérselo contado antes y dice ”no te preocupes, lo que hagas estará bien hecho, piensa en que al final tienes que ser feliz y buscar lo mejor par tí” y tú dices.. para esto no te cuento nada, ya sé que lo más importante es que sea feliz, pero lo que necesito son soluciones. Te pasas la noche hablando de lo que te va a generar la decisión, de lo malo, de lo bueno. Pero no te decides. Aunque contarlo te ha liberado. Algún buen consejo cae y te ayuda a despejar de nubarrones tus pensamientos. Pero esperas una señal que te aclare algo más que tú colega ( contando con que tengas a alguien a quien contárselo, porque si no la cosa empeora). En plena desesperación la buscas en las conversaciones de los demás en el metro, en el bus, en las canciones del mp3, en historias parecidas de otras personas… y entonces, después de meses de sinvivir ( o lo que a cada uno le aguante el cuerpo) las circunstancias de la vida hacen que un buen día, sin ser un día especial por algo, te levantas, miras a tú alrededor y piensas, ya está pues parece que no es tan difícil, o sí pero tienes claro lo que tienes que hacer, lo que debes hacer. Lo que te ha supuesto noches en vela, comeduras de cabezas, problemas con los que te rodean, una pérdida de kilos ( que en algunos casos no llega a ser tan malo), se convierten en nada.
Pasa el tiempo y recuerdas y te ries con tu colega, tu pareja, tu hermano, tu familiar… anda que lo mal que lo pasé por X y lo único que tenía que hacer era esperar a que pasara el tiempo y sentado en la puerta de mi vida, vería pasar la solución a mis problemas. Que ha sido posiblemente la peor etapa de tú vida, pues sí, pero quien nos dijo que la vida iba a ser un camino de rosas y como oí una vez, ” Las cosas que cuestan conseguir son, al final, las que más aprecias”
Y el destino o tú decisión hacen que seas feliz y que sea la mejor porque, TODO PASA POR ALGO, ¿NO?

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