miércoles

Crónica Alimentos.- El hambre alcanza a uno de cada seis seres humanos y la situación es peor que en 1996, avisa la FAO
MADRID, 26 Ene. (OTR/PRESS) –
Ahora que estoy mas cerca del medio siglo que de los cuarenta, reflexiono mas pausadamente y lo que saco de todo ese trabajo mental no puede menos que desanimarme. Noticias como esta me confirman lo que temía que pasaría.

Cuando era joven, cuando mi cuerpo era mas poderoso que mi pensamiento, cuando mi juventud, ilusión y ambición ocultaban la capacidad de analizar las cosas pensaba que éramos la generación del éxito, todo cambiaría con nosotros, éramos capaces, gente como los que me rodeaban los habría por todo el mundo y juntos, o separados, entenderíamos que el mundo debía cambiar, no habría más guerras ¿para qué?, acabaríamos con el hambre, era inevitable, éramos una generación que presenciamos el cambio de nuestro país pacíficamente hacia la democracia y había sido fácil (creía) los nuevos políticos eran gente joven con ideales, ¿Qué podía fallar?.

Parece que todo; todo parece haber fallado, si saber como nos hemos convertidos en pequeños aristócratas de medio pelo que ahora nos asustamos ante la ola de crisis que se nos viene encima.

Pero mientras nosotros perderemos nuestros trabajos, y nuestras vacaciones, nuestro coche y nuestro abono de fútbol, no solo seguirán muriendo gente de hambre sino que, trasladados a la segunda página de los periódicos por las fotos y comentarios de los economistas y banqueros multiplicarán su procesión hacia la muerte.

Pero, ¿Por qué hemos fracasado?, ¿Por qué nada es lo que esperábamos? ¿Dónde quedaron las ideas?. Imagino que sin darnos cuenta nos han ido acomodando en la placidez del propio bienestar sin mirar mas allá de nuestras doradas fronteras. Los que manejan el mundo, no los que nosotros elegimos, sino los que desde sus entidades y emporios manejan a esos que nosotros elegimos diseñaron un mundo “perfecto” para nosotros, un “matrix” sin micro chips en el que dormir nuestras conciencias y relajar nuestros anhelos, para así ellos amoldar la sociedad a sus ambiciones.

Términos como Liberalismo, Globalización, universalización, han sido acuñados para convertir nuestro mundo en un apestoso mercado donde todo se vende y todo se compra, la libertad, la esclavitud, la guerra, el hambre… todo son vendibles y comprables.

Pero ante este dramático cuadro hay cosas que sigo pensando que nadie nos puede arrebatar (creo) el cariño, el amor, la solidaridad deben sustituir ahora nuestras antiguas necesidades materiales; cierta política americana ha dicho “Nunca desaproveches una buena crisis” y creo que la frase merece ser reflexionada, saquemos nuestros sentidos al sol, saquemos a la luz eso que nos hizo erguirnos cuando aún eramos primates para otear el horizonte.


Okawango.

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