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Grecia 2: Nafplio, la joya del Peloponeso

Dice la leyenda urbana que cuando el héroe Griego Theodoros Kolokotronis fue liberado después de 10 años de completa Kolokotronisoscuridad en una celda del Palamidi (Napfplio) quedó ciego en el momento en que sus ojos tomaron contacto de nuevo con la luz. Si no fue la cegadora luz solar pudo haber sido la magnífica panorámica que, desde el Palamidi, se ofrece de Nafplio y su horizonte.

Según la mitología Amimone , la bella hija de Danao fué encargada por su padre en la busqueda de de agua de cierto manantial, mientras buscaba fue atacada por un sátiro pero la aparición de Poseidón (dios del mar) hizo huir a este, agradecida por ello aceptó aparearse con el dios del mar y de esta unión nació Nauplios.

Situada en el Peloponeso, a hora y media de Atenas, Nafplio fue la primera capital de la recién constituida nación Griega, cobijada tras una enorme roca (la llaman “el Gibraltar Griego”) y al abrigo de temporales, Nafplio es una hermosa ciudad.

Para llegar a Nafplio desde Atenas hay que pasar por sitios tan renombrados como poco conocidos como Megara, Corintos y Argos, todos con una historia real y mitológica que se remonta a varios milenios y que , sin embargo, conllevan con humildad.

En su historia se narran los periodos en que se alternaba la dominación Turca y Veneciana, potencias de antaño que se encapricharon con esta ciudad y la convirtieron en lo que hoy es, tras guerras, batallas, momentos dramáticos y momentos brillantes.

Nafplio es la población que uno desea encontrar a orillas de ese mar tranquilo, de intenso azul y cristalina pureza, el Egeo, sin apenas subida de mareas, que lo hace estable y hermoso. Pasear por sus calles vacías de tráfico, entre casas de época de dos o tres alturas, empinadas y escalonadas a veces corriendo hacia las alturas de la fortaleza de la Acronauplia, tomar un exquisito café en uno de los establecimientos de plaza Syntagma, corazón de la ciudad, paladear una copa de Ouzo en los locales del paseo marítimo frente al Boutzi o pasear por las calles pobladas de tiendas con recuerdos, Kombolois y antiguedades o tomar un pequeño barquito que te acerca al Bourtzi; todos son placeres sencillos y baratos propios de la cultura mediterranea y valorables después en el recuerdo.

Cosas que no debemos perdernos:

  • Tomar un barco (4 euros ida y vuelta) y visita al Bourtzi desde allí se tienen vistas increíbles de la ciudad y horizontes sobrecogedores.
  • Pasear por el casco antiguo con la tranquilidad que dá el ambiente sosegado, en contraste con la caótica y bulliciosa Atenas.
  • Tomar café en la Plaza Syntagma en un día soleado y meditar sobre la historia de rincones del mundo como este.
  • Subir a la fortaleza de Palamidi, 999 escalones a pié o cuatro kilómetros en coche, y visitar está impresionante fortaleza, perfecta atalaya para admirar todo el golfo de Nafplio.
  • Almorzar o cenar en uno de los numerosos restaurantes casi familiares que pueblan la calle Staikopoulou.
  • Entrar en la iglesia ortodoxa Panaguitsa (Virgencita) y observar su “abarrotada” decoración y le oscurecimiento provocado por el humo de las velas (hay zonas restauradas donde es constatable la diferencia).

Cosas que no vi:

  • El museo Arqueológico de Nafplion.
  • El Museo folklorico.
  • El Museo de la guerra.
  • Visitar el paseo de Arbanitia y su playa.

En definitiva, la visita a la hermosa y pequeña ciudad de Nafplio se me antoja necesaria y recomendable después o durante los días que uno está en la megalópoli de Atenas contrapunto a esta.

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