En un libro de J. Luis Arsuaga u otro paleontólogo leí algo que me pareció interesante, decía más o menos. “Si ciertos pequeños homínidos que andaban a cuatro patas no hubieran tomado la decisión de elevarse solo sobre sus patas traseras para, elevando el punto de vista, controlar mejor a sus depredadores o sus presas, probablemente el camino de la evolución hubiera sido distinto. Este, para nosotros simple gesto, además de darle mas seguridad y colocarlo en una situación ventajosa con respecto a otras especies, fue con el paso de los milenios modificando su estructura ósea, su columna, sus piernas, libero las manos para otros “trabajos”, e incluso modificó la estructura de su cerebro dando, posiblemente un empujón a la evolución de tan importante órgano en el futuro hombre”
De este párrafo destaco la frase “Tomar decisiones” porque probablemente sea la función más importante que realiza el ser humano. Desde que nacemos tomamos decisiones a veces inconscientemente, otras tras mucha deliberación, pero todas son importantes en la vida. De hecho, es tal vez esta, la capacidad de tomar decisiones, la que diferencia al hombre adulto del niño. Durante años de estudio y aprendizaje les enseñamos a realizar este acto con el mejor acierto, porque llegado el momento nadie podrá tomar decisiones por él, y solo aquellos a los que la naturaleza no dotó de la capacidad de raciocinio o con el paso de la edad la perdieron les seguiremos haciendo el trabajo.
Toda decisión lleva unas consecuencias, a veces las esperadas y deseadas, otras no, pero con el fruto de las mismas tendremos que vivir. Tomamos decisiones constantemente, al levantarnos, al comer al hacer deporte, al elegir con quienes vivir, siempre. La sociedad ha creado sus herramientas para que las decisiones que afecten al conjunto sean tomadas de acuerdo con unos criterios de acierto que pueden ser muy subjetivos, así por ejemplo reglamos desde las edades de estudio, la edad de la vacunación, el sentido de la circulación en las calles. El gobierno en sí es un grupo de toma de decisiones, los jueces, las administraciones, en fin, todos intentan tomar decisiones acertadas para la comunidad.
Después existen grupos que, conociendo lo complicado que es a veces para el se humano tomar un camino, intentan, y muchas veces lo consiguen decidir por nosotros, el mas claro ejemplo es la iglesia, que apoyada en unos textos mas o menos veraces crea todo un decálogo de tomas de decisiones, algunos muy evidentes, "No matarás", "no robarás", "No cometerás actos impuros", etc. Y otros no tanto, "Santificarás al Señor", "no utilizarás preservativos" etc. Sobre esta base consiguen que grandes grupos se "liberen" de la necesidad y capacidad de tomar decisiones para que "ellos" (la iglesia) las tomen por nosotros, algo que en algunas ocasiones va en contra de nuestra evolución incluso. Pero no es necesario apuntar tan alto, me refiero a la iglesia, ¿que es una empresa de moda sino un ente que intenta que tomes las decisiones apropiadas, para ellos, a la hora de vestirte? , ¿Que son casas como Zara, Nike, D&G, Agata Ruiz...etc.?, ¿que son Nokia, Apple, o Microsoft?, ¿que son ING., Santander o Banesto? Son solo grupos interesados en que tomes las decisiones que a ellos les conviene, y que, a veces no todas, no son las mas apropiadas para tu color de ojos, bolsillo o creencia.
No se puede ser persona, en el mundo actual menos, sin tomar decisiones y esto, por lo jodido de algunas, es complicado. Es fácil decidir si echarás al café, azúcar o sacarina, pero no lo és decidir cambiar tu vida porque crees que no es la vida que querías, lo primero obligará al camarero a dar un viaje hasta la barra para coger sacarina, lo segundo afecta a los que te rodean, a los que quieres, aprecias o intentas proteger. No, no es nada fácil, porqué además chocará frontalmente con lo que establecen los "grupos direccionadores de decisión”, o sea luchas contra la idea de NO levantarse del suelo sobre dos patas, aunque para ti sea evidente. La misión de los creadores de juicio debe ceñirse dentro de lo posible a sembrar en la mente de los que queremos que tomen las decisiones, TODAS las opciones posibles, para que a la vista de ello, y sin menospreciar a ninguna, tomen la que parece mas lógica y razonable, aunque no nos guste. Marcar con rigidez la dirección en la toma de direcciones contaminando otras opciones solo puede llevarnos a perder esa capacidad que tuvo aquél primer homínido de otear un horizonte más amplio y sin saberlo él, un futuro más esperanzador.
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