Recordando una película de Milos Forman (Hair – 1979) he buscado la escena del banquete. Y he reflexionado sobre las diferencias entre un “hippie” y un “indignado”.
El movimiento hippie también era un movimiento antisistema, pero era un “grupúsculo” casi pintoresco que no aglutinaba el malestar de una sociedad acomodada y “prospera” que veía en las protestas solo a unos drogadictos, sucios, psicodélicos y extravagantes que no entendían la importancia de mantener guerras anticomunistas para establecer el “verdadero” sistema, el capitalista.
El movimiento “Indignado” se forma ante un sentimiento de desesperación al ver como el mundo que quiere ser (pero que aún no lo es) próspero,, con futuro, solidario y justo se va al “garete” por la ambición de unos pocos, es la frustración de ver que, todos, hemos equivocado el rumbo del sistema y hemos permitido que se perviertan los valores para beneficios materiales no siempre tangibles.
Los hippies eran jóvenes alocados, cantantes y bailarines que lo mismo seguían a los Hare Krisna que se acogían a la astrología mas rubicunda para cambiar, si no el futuro, si el presente.
Pero la escena sigue siendo válida para ambos movimientos, en el “banquete” rancio y limitado de los poderosos de hoy se colaron unos “indignados” que solo pretenden que se les escuche, que se razone y corrija lo que, claramente, va mal.
Es necesario subirse a la mesa de los privilegiados y perturbar su hoguera de vanidades, que sepan que existe un sentir distinto que no se va a callar, y que puede que algunos platos se “rompan” para dar de comer a todos.
Y hemos de apoyarlos todos, hasta los que éramos jóvenes cuando se estrenó la película, porque luchan por su futuro, por sus ideales y por desenmascarar la perversión del sistema.
Os dejo la escena.
Saludos Okawango.